Operarios trabajan en redes eléctricas.
Operarios trabajan en redes eléctricas.
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La “tormenta” que amenaza con seguir afectando las tarifas eléctricas en la Costa

Además de la arbitraria facturación de las pérdidas por robos, ahora surgen los efectos del Fenómeno del Niño y el cobro de Asocodis de $4.6 billones no facturados a los usuarios.

Por José Granados Fernández
Twitter @JoseGranadosF


El Gobierno Nacional acaba de expedir el Decreto 0929 para, según sus planes, “aumentar la eficiencia” del sistema eléctrico y conseguir “precios justos” en el cobro a los usuarios, anunció la ministra de Energía, Irene Vélez, la misma funcionaria que el año pasado dijo que a partir de noviembre de 2022 habría una reducción de las tarifas de entre el 4 y el 8%, promesa que para la Región Caribe se convirtió en frustración y burla.

Sin embargo, el nuevo intento gubernamental de bajar las tarifas eléctricas podría chocar con una “tormenta” en formación compuesta por tres factores: el cobro que ya les hacen a los usuarios de las pérdidas por robos, el cobro que comenzarán a aplicar referente al aumento tarifario que no han hecho efectivos los operadores y un mayor valor del kilovatio/hora en la generación por el Fenómeno del Niño.

Sobre las rebajas anunciadas el año pasado, la Oficina de Servicios Públicos del Distrito de Barranquilla concluye que “en ningún caso la rebaja ha llegado al 8%”. Cobrarles únicamente a los usuarios de la Costa las pérdidas por el hurto de energía sigue impactando las tarifas.

Desde que la administración Petro anunció tal reducción lo que ha existido es un “sube y baja tarifario” que en nada ha favorecido a los cerca de 2.700.000 usuarios que atienden Air-e (1.200.000 clientes en Atlántico, Magdalena y La Guajira) y Afinia (1.500.000 consumidores en Bolívar, Cesar, Sucre y Córdoba).

Tarifa de operadores de red a mayo de 2023

El análisis, conocido por Emisora Atlántico y Zona Cero.com, señala que en el caso de Air-e la rebaja de entre el 4 y el 8% apenas fue del 0.7% en noviembre y en diciembre ni siquiera hubo una reducción, pues la tarifa subió el 2.8%. En enero bajó el ridículo 0.2% y en febrero se redujo el 2.1%, pero en marzo se disparó en 5.5%, al llegar el kilovatio/hora a 910 pesos, el valor más alto de este año.

Como en abril la tarifa bajó 4.1% y en mayo se redujo el 3%, en el acumulado de los últimos siete meses la rebaja de la ministra Vélez apenas llega al 1.6, un “porcentaje ridículo” de acuerdo con expertos frente al desproporcionado aumento que ordenó la cuestionada Comisión de Regulación de Energía y Gas, Creg.

Al recordar que el alcalde Jaime Pumarejo inició una batalla jurídica junto con sus homólogos de las ciudades capitales de la Costa, al punto de que demandaron ante el Consejo de Estado la Resolución 078 de la Creg, que, entre otros aspectos, ordenó cobrarles a los usuarios que no se roban la luz la que otros hurtan, Miguel Castillo, jefe de la Oficina de Servicios Públicos, reafirma, con cifras, estadísticas y cuadros comparativos en la mano, que la “única salida” para reducir las tarifas de la energía en la Costa, y ayudar a bajar la inflación regional, es que el Gobierno Nacional “asuma esas pérdidas”, mientras inicia un proceso de normalización de las redes eléctricas para evitar los hurtos.

En todo Colombia las comercializadoras eléctricas les cobran a sus usuarios las pérdidas técnicas, que son aquellas que se producen durante la distribución de la energía. Paralelo a este cobro, la CREG, de manera generosa durante la venta de Electricaribe en el gobierno del expresidente Iván Duque, facultó sólo a Air-e y a Afinia a facturar las pérdidas no técnicas o hurtos de energía.

Con base en la facturación de mayo, la Alcaldía de Barranquilla explica que en el componente de pérdidas y no técnicas/hurtos los cobros fueron los siguientes: EPM (Medellín) 59.97 pesos, EMCALI 57 pesos y ENEL (Bogotá) 54.82 pesos. Estas tres empresas sólo cobran las pérdidas técnicas; en contraste, ese mismo componente Afinia lo facturó en 134.68 pesos y Air-e en 164.30 pesos, valores mayores porque incluyen el cobro del hurto de energía.

Por pérdidas, otros seis operadores (CEO, ElectroHuila, Chec, EBSA, Celsia Valle y CENS) también cobraron tarifas mucho más bajas, de entre 54 y 67 pesos.

En mayo, mientras en Cali, Bogotá y Medellín el kilovatio hora fue facturado en 758 pesos, 730 y 788 pesos, respectivamente, en la Costa Afinia lo facturó a 853 pesos y Air-e a 846 pesos.

Castillo remarca que queda demostrado que la Costa está “notablemente afectada” con el cobro de las pérdidas no técnicas, pues si estas las retiran del componente tarifario “nuestra región quedaría con tarifas competitivas como las de Cali, Medellín y Bogotá”.

Aumento por el Fenómeno del Niño

A este “injusto y desproporcionado cobro”, que el alcalde Pumarejo y su equipo jurídico califican como un “impuesto disfrazado”, se suma la amenaza del Fenómeno del Niño que aumentará el valor del kilovatio/hora que los comercializadores negocian con los generadores, pues por la disminución de las lluvias bajarán los niveles en las hidroeléctricas y entrarán a operar la termoeléctricas cuya generación es más costosa.

Norman Alarcón, Coordinador de la Liga de Usuarios en la Región Caribe, quien habla de la “tormenta tarifaria que viene”, también advierte sobre los efectos que causará la escasez de lluvias en el valor del kilovatio/hora.

De acuerdo con cálculos existentes, los 853 y 846 pesos por kilovatio/hora que en mayo facturaron Afinia y Air-e pueden pasar en los próximos meses a más de 1.100 pesos, lo cual afectará a todos los usuarios y en especial a aquellos que deben pagar los robos que no cometen. De ser así, el sector eléctrico seguirá afectando la competitividad, la inflación y la productividad regional y el bolsillo de los usuarios, señala Miguel Castillo.

Y ahora Asocodis cobra $4.6 billones

Como si fueran poco los dos componentes anteriores en el incremento de las tarifas, la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía Eléctrica, Asocodis, anuncia que como no les han cobrado a los usuarios el valor pleno del aumento que en su momento les autorizó el gobierno del ex presidente Duque, la deuda ya suma 4.6 billones de pesos y que comenzarán a facturarla.

Alarcón expresa que la lesión será mucho mayor para los usuarios costeños.

Desde la Oficina de Servicios Público de Barranquilla, Castillo coincide en que con los cobros de Asocodis la Costa estará “condenada” a seguir pagando la energía más costosa a través del tiempo.

Ante este complicado escenario, el gobierno del presidente Gustavo Petro tendrá que tomar medidas de fondo, lo antes posible, para cumplir su promesa de bajar las tarifas eléctricas, que le garanticen especialmente a la Región Caribe una mejor calidad de vida y les permita a los sectores productivos ser más competitivos.

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